Compre esta mascarilla porque amo el mango, tristemente no huele para nada a ello. Tiene un olor algo herbal que no es desagradable pero no me gusta, lo bueno es que es muy ligero y cuando la esparces por el rostro, este desaparece.

Es de consistencia gelosa, la espátula que por cierto es muy larga, permite perfectamente esparcirla uniformemente por el rostro.

Conforme va secándose, va quedando una sensación al tacto como de gelatina, rara pero no incomoda. Y cuando ya la retiras luego de quince minutos, deja suave e hidratada la piel pero nada espectacular, de hecho yo diría que muy tenue.

Esta mascarilla no creo que te ayude a revitalizar la cara, ya que no aporta casi nada, quizás en época de calor sea más útil ya que cuando la llevas puesta se siente muy fresca pero de ahí en más, nada.

Pienso que hay mejores productos, por ello no pienso que sea malo pero no lo recomiendo y es pronto para decirlo pero no creo volver a comprarlo.